diciembre 14, 2024
Un camino hacia Europa o Rusia
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El referéndum celebrado en Moldavia el 20 de octubre, junto con la primera vuelta de las elecciones presidenciales, puso de relieve la desunión del país sobre su futuro político y económico. La consulta constitucional patrocinada por la presidenta Maia Sandu encontró un ligero apoyo a la integración en la Unión Europea: 50,4% a favor frente a 49,6% en contra.

En la segunda vuelta, Maia Sandu obtuvo el 54% de los votos, superando al ex fiscal general Alexandr Stoianoglo, que logró el 46% a pesar de la participación de votantes extranjeros. La participación electoral fue alta, superior al 54% de las elecciones anteriores. Sandu declaró su victoria, aunque se esperan posibles apelaciones y la inclusión de votos de los consulados en el extranjero donde muchos moldavos apoyan la adhesión a la UE. Sin embargo, la diáspora en Rusia, donde viven 400.000 moldavos, es en gran medida pro-Kremlin.

Las autoridades moldavas han denunciado la injerencia rusa en el proceso electoral. Stanislav Secrieru, asesor de seguridad nacional del presidente, advirtió contra los intentos de distorsionar los resultados. Además, varios países de la UE han sido informados de la intención de Rusia de obstaculizar el derecho de voto de los moldavos en el extranjero, ya que esta diáspora se considera proeuropea.

El Canal 5 informó de fallos en los sistemas informáticos de los distritos electorales de varios países europeos y se está investigando un posible transporte organizado de votantes a través de Rusia. El primer ministro Dorin Recean también mencionó “falsos temores de bombas” en el extranjero para recuperar votos.

Los observadores de la ONG moldava Promo-LEX informaron de 109 violaciones en las primeras horas de votación, incluido el transporte organizado de votantes en Turquía y la apertura tardía de 62 distritos electorales. A pesar de estos problemas, el desempeño de las comisiones electorales fue calificado como “bueno” en casi el 99% de los casos.

Maia Sandu, de 52 años, ingresó a la política en 2012 después de una carrera en el Banco Mundial y como ministra de Educación. Desde su elección presidencial en 2020, ha expresado su apoyo a la adhesión de Ucrania y Moldavia a la UE y ha prometido reformas y mejoras en la calidad de vida.

El nuevo político, sin embargo, es Alexandr Stoianoglo, de 57 años, candidato del Partido de los Socialistas de Moldavia, procedente de la región separatista de Gagauzia. A diferencia de su antecesor Igor Dodón, Stoianoglo propone un enfoque más conciliador hacia Rusia y cree que el conflicto territorial con Transnistria puede resolverse mediante el diálogo.

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