Desde marzo de 2025, las compañías en España han comenzado a realizar deducciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en los sueldos de los empleados que ganan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Este ajuste ocurre tras el aumento del SMI a 16.576 euros por año en 14 mensualidades (1.184 euros al mes), aprobado a mediados de febrero con efecto retroactivo desde enero. Diferente a incrementos previos, esta subida no fue acompañada de una actualización del mínimo exento de IRPF, que sigue siendo de 15.876 euros anuales, lo que significa que, por primera vez, quienes reciben el SMI están sujetos a deducciones impositivas.
Ejecución de las retenciones
Aplicación de las retenciones
Luego de que se publicara el nuevo SMI en el Boletín Oficial del Estado, las corporaciones han modificado las nóminas para incluir las recientes deducciones. Aunque algunas no tuvieron la oportunidad de hacer los ajustes en febrero, la mayoría ha iniciado su aplicación en marzo. Estas deducciones son mayores de lo habitual para equilibrar las que no se efectuaron en enero y febrero.
Repercusión en los empleados
Impacto en los trabajadores
Para estos trabajadores, la retención anual ronda los 300 euros, correspondiendo a un tipo de retención del 1,81%. Esto resulta en una deducción aproximada de 21 euros en cada una de las 14 pagas. Aunque la cifra puede parecer mínima, representa que el IRPF consumirá el 42% del incremento salarial.
En situaciones distintas, como la de un empleado con pareja e hijo menor de 3 años, no se realizarán retenciones de IRPF debido a los incentivos fiscales otorgados a familias con hijos pequeños. Para un trabajador con pareja e hijo mayor de 3 años, se aplicará una retención más baja, de aproximadamente 99,46 euros anuales, lo que se traduce en un tipo del 0,6%.
Discusión política y social
Debate político y social
La aplicación del IRPF a los salarios más bajos ha generado división dentro del Gobierno. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó desconocer que la subida del SMI implicaba esta novedad hasta que fue publicada por la prensa, información que la parte socialista del Gobierno ha desmentido. Por su parte, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, acusó a Díaz de caer en discursos populistas al defender que las rentas más bajas deberían estar exentas del impuesto.
Esta decisión ha sido objeto de críticas y debates en el ámbito político y social. Algunos argumentan que la medida afecta negativamente a los trabajadores con menores ingresos, reduciendo el impacto positivo de la subida del SMI. Otros defienden la necesidad de mantener una cultura de responsabilidad fiscal, donde todos los ciudadanos contribuyan al sostenimiento de los servicios públicos en función de sus ingresos.
Consideraciones finales
La implementación de retenciones de IRPF a los perceptores del SMI marca un cambio significativo en la política fiscal española. Si bien la medida busca mantener la equidad y la sostenibilidad del sistema tributario, es esencial evaluar su impacto en los trabajadores de menores ingresos y considerar posibles ajustes que mitiguen efectos adversos. El equilibrio entre una política fiscal justa y el bienestar de los ciudadanos continúa siendo un desafío para las autoridades.